14 de marzo de 2011

Querido Público

El telón está levantado, siempre estuvo levantado. El escenario está vacío. El color negro cubre paredes y suelo. El teatro está oscuro. Un foco ilumina a un joven en el patio de butacas, que se levanta y se dirige al escenario. El joven viste camiseta y pantalones negros. Está descalzo y no lleva una nariz roja sujeta a la cabeza con una goma. El foco acompaña al joven desde la butaca hasta el escenario. Sube por las escaleras centrales hasta el proscenio. Sólo un elemento aporta color a la escena: un tulipán naranja, que el joven lleva en el bolsillo pequeño de su camiseta, a la izquierda de su pecho.


CLOWN (mira al público) Querido Público, mi Querido Público, tenemos poco tiempo, demasiado poco tiempo para que podáis haceros una idea de por qué estoy aquí. Así que, si os parece bien, vamos a prescindir de las presentaciones. (Gira sobre sí mismo, muy lento) Aquí estoy, pero no me juzguéis todavía, yo no soy éste. He venido a hablar. (Alza la voz) Damas y caballeros, bienvenidos a mis tres paredes, a mi presentación que no tiene palabras, a mi historia que continúo. Para los que estáis sentados ahí abajo, en las butacas, desde donde es casi imposible vislumbrar las dimensiones, os recuerdo, (salta un par de veces sobre el suelo) ¿Sabéis qué es esto? Sí, es escenario (grita y la voz produce eco en el vacío) ¿Lo escucháis? Sí, soy yo. ¿Lo entendéis? Este es mi espacio, sobre todas las cosas, este es mi espacio. Para los que estáis sentados ahí abajo os recuerdo que el espacio, tras el telón, sólo puede ofrecer nervios, verdad y satisfacción, una satisfacción inmensa. Pero hoy, mi Querido Público, el telón ya está levantado. (Pausa) La encontré, encontré la solución. Sí, sí...lo sé, me ha llevado mucho tiempo. Pero… por favor no hace falta que aplaudáis. Al final no ha sido tan difícil: creatividad, ingenio y una “pizca” de soledad. (Sonrojado se sienta en el suelo justo en el centro del escenario, con las piernas cruzadas) Pero antes de compartir con vosotros la solución, tengo que hablar. Tengo que hablar del vacío, del espacio. ¿Sabéis? Necesitaba tiempo. Sí, eso es, tiempo. Un tiempo pequeño que absorbiera tanto que me dejase pensar, y hablar en voz baja, muy baja. Solo me hizo falta tiempo. Y bueno también soledad, una “pizca” de soledad. Cuando hablé en voz baja, tan baja que sólo yo podía escucharme, comencé a entenderme. (Se tapa la cara con las manos, como gesto de frustración) Esto va a ser más complicado de lo que pensaba… (Pausa) ¿Sabéis que día es hoy? Sí, los días han pasado, pero las fechas vuelven, distintas, siempre distintas. Yo mismo jugué a ser distinto, y me lo llevé todo, lo que pesaba y los sueños, los malditos sueños que cogemos y soltamos, al vacío. Ha sido un tiempo grande, enorme, y he hablado alto, demasiado alto. Pero cuando hablas en voz baja comienzas a entender. (Alza la voz) Damas y caballeros, bienvenidos a mi inmenso espacio y a su vacío. La he encontrado, la solución que zanja. Pero… (Levanta la mirada hacia el público)¿A qué vienen esas caras? No era mi intención entristeceros ¿Acaso no vivisteis, alguna vez, desengañados, aburridos, escépticos? Venga vamos, comencemos a ser sinceros, sabemos que no todo el mundo es feliz. Necesito hablar, y ya ha empezado el segundo cuadro, y sigue vacío, el escenario sigue vacío, y es dos, siempre es dos, ¡Por favor esto es teatro! Lo que sé, Querido Público, es que aún (se detiene y respira hondo) puedo respirar, porque hay aire y espacio, un espacio inmenso. Y no hay mundo, ningún mundo que caiga a los pies. Y aún hay más. Lo elegí como inspiración, el teatro es mi inspiración. Y como un sueño, sí, a veces lo llamo sueño. (Pausa) Miraos, miraos bien, venís aquí juntos, a verme, a escucharme, a intentar interiorizar lo que hago, cada uno por separado y a la medida de vuestras expectativas. Yo no dejo de miraros, y no dejo de buscarla entre las butacas, pero no ésta, ella ni siquiera sabe que yo estoy aquí, ella ni se imagina que ahora éste espacio también es suyo. Porque estoy hablando de la historia que continúo sin ella. Ella, que ni siquiera sabe que la echo de menos. ¿Lo entendéis ahora? Me prohibió hablar, lo prometí, no puedo hacer nada. Malditas las ganas de correr de puntillas, maldita la pena, maldito silencio… ¿Y de verdad creía que esto desaparecería sólo? (Se abraza a sí mismo y se va agazapando) Pesa el aire, ¿no lo notáis? pesa. Mi Querido Público, os seré sincero, queríamos cambiar el mundo, queríamos cambiar este puto mundo, pero el mundo lo cambió todo, el mundo nos cambió. Y decidí, el amor es difícil de encontrar, y decidí. (Mueve los brazos de arriba abajo mientras se mueve por todo el escenario) mi espacio ya no es mi espacio. ¡Se ha ido! Y he buscado la solución, y la he encontrado, porque he hablado en voz baja, porque he pensado y porque la “pizca” de soledad se ha hecho enorme. (Pausa) Tenéis que escucharme. ¡No! No quiero volver a levantarme cada mañana con la maravillosa sensación de no haber hecho demasiado. Las personas buscan tiempo, pero a mí me sobra. Porque ya no soy un extraño, porque he hablado en voz baja tantas veces que ya no puedo hacer como que no sé nada. Mi Querido Público, tengo la solución, la solución que zanja, la he encontrado. (Pausa larga)(Hablando en voz alta con él mismo) Nueve horas, veinticinco minutos, dos, siempre es dos. (Al público) ¿Sabéis que día es hoy? Hoy es uno de esos días en los que el tiempo pequeño ha dicho basta, hoy es uno de esos días en los que el vacío se ha hecho más grande que el espacio, hoy es uno de eso días en los que necesitas un abrazo que dure más de seis segundos, hoy es uno de esos días en los que quieres recordar lo bueno, sólo lo bueno… (Pausa) Le prometí que lo llegaría a entender con el tiempo. Y hoy es el día, el día en el que yo sé que lo que quise explicar no tiene explicación. He buscado la solución, y la he encontrado, se acabó, se acabaron las promesas, ha llegado el momento de hacer lo que debería haber hecho hace tanto tiempo… (El joven corre hacia las escaleras, baja del escenario, el foco lo acompaña, sigue corriendo, sale del teatro).

Telón.

A mi Querido Público. Carolina Plata.

9 comentarios:

  1. Sí, es díficil ponerse en el lugar del otro y aunque hay detalles que se me escapan estoy segura de que has conseguido plasmar aquí todo lo que se puede sentir. Horas y horas que, evidentamente, no han sido en balde...
    No sé que más decirte. Me gustaría hablar contigo y como sólo nos separa una habitación, no hay problema.
    Te quiero pequeña

    ResponderEliminar
  2. Ya he cumplido una parte del trato: segunda lectura terminada.
    Me llevo aún mejor sabor de boca.
    Eres muy GRANDE Carol ;) G R A C I A S
    Te quiero!

    ResponderEliminar
  3. No sé si estas líneas han sido escritas por tí pero es un gran monólogo. Muy rico para interpretarlo. Enhorabuena

    ResponderEliminar
  4. Claro, éste "monólogo" esta escrito por mí. No sé si será rico para interpretarlo pero intenté que fuese sincero. Gracias.

    ResponderEliminar
  5. ¿Sueles escribir teatro? ¿Te relacionas con ese mundo? Te lo comento porque podrías comentarselo a actores y pasarle el texto y que te den diversas opiniones. Quién sabe, podrías escribir para alguna pequeña compañía. Una vez más, enhorabuena.

    ResponderEliminar
  6. El teatro me encanta, pero no estoy relacionada con el mundillo. Es más, éste es mi primer intento. Y por ahora no me veo muy capacitada para ello. Quizás el problema está en que este texto no fue escrito para que lo representase cualquiera, perdería su esencia.

    ResponderEliminar
  7. ¿Esa persona es actor/actriz? Pídele que lo lea y proponle interpretarlo. Comentar el texto y que te de su punto de vista, luego dale el tuyo y dirígele. Por algún sitio hay que empezar... En este mundo lo que cuenta son las ganas

    ResponderEliminar
  8. El caso es que esa persona ya lo ha leído.

    ResponderEliminar
  9. Pues animaos y hacedlo

    ResponderEliminar