25 de septiembre de 2012

Voyeurismo



- Es imposible que dos cucharas puedan abrazarse. Es imposible. ¿Abrazarse por la espalda? Sí, puede ser. Pero, si las cucharas jamás consiguiesen mirar justo en el momento del abrazo ¿no es como si nunca se hubiesen abrazado? Es imposible,  y la disposición física así lo determina.

- No, tú no sabes nada.

-Sé que engarzando mis recuerdos, tan escurridizos y ensimismados, no ha quedado espacio para más instantes, para más sospechas o para más tentaciones. Observo con recelo mi desconsuelo que se agarra aquí, en la nuca, ¿ves?, justo aquí. Estoy a medio camino entre el drama y el error, ¡qué indiferencia!

-No, no, tú no puedes saber nada.

-Sé, al menos, que las circunstancias me han esquivado, rodeado y acorralado. ¡Hasta creí espectacular mi constancia! Todos han acabado tocándome, acariciándome, besándome…con esos dedos largos y rechonchos, con esas manos suaves y calientes, con esas bocas que absorben y muerden. Y lo han conseguido, me han moldeado a su imagen y semejanza.

-No,  saca tu fragilidad de aquí, tú no quieres saber nada.

Ejercicio práctico para narrativa: ¿cómo comenzarías a narrar tu propia historia?
Abril  de 2012
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario