31 de diciembre de 2012

México

Y si hoy acaba, si el mundo se para, yo ya sabré que es estar enamorada. 

Amar su piel de durazno,
sus chingonas palabras,
su agradable calor, 
su inestable equilibrio entre el ruido y sus gentes, 
su piel oscura
su linda manera de abrazarte hasta que olvidas que algún día, algún día como hoy, tendrás que regresar 
su memoria intacta
su picoso sabor en las calles
sus canciones
su cruda
el surrealismo de todo lo que acontece a su alrededor
la fugacidad de momentos bonitos acompañados de papitas y salsa
lo absurdo de su pobreza y su esfuerzo por trabajar como cabrones
el espacio que me permitió conocer selvas, ruinas, casas de infinitos colores y playas preciosas
incluso su dulzura, su maldita dulzura que me atrapó a este lado del charco

No sé muy bien qué querrían decir los mayas con el final del mundo. Pero mi teoría es que ese día, marcado con especial importancia en su calendario, es un paso. Un paso reflexivo, interno, consciente, un paso por el que cada persona de este pinche mundo acepte que esta vez puede volver y quedarse, esta vez sí puede dejar de fingir despedidas, que esta vez será consciente de que quererlo, amar esa historia, fue demasiado lindo.

Se acaba, y yo te voy a extrañar un chingo
Me enamoré de ti México

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